Masonería - El salario del Masón
Etimológica y masónicamente hablando, la palabra salario deriva de la palabra sal. Antiguamente, los obreros recibían producto de su trabajo un salario que estaba compuesto por un valor monetario y/o en especias.
Es necesario diferenciar “salario de grado” con “salario de masón”. El primero es el que recibimos producto de nuestra asistencia a la logia y participación en ella a través de los trabajos que presentamos y la recreación posterior de los mismos. El segundo, el salario del masón “propiamente dicho”, es el salario que recibimos luego de haber participado en cada Tenida.
Es un salario que tiene la particularidad de no ser pagado ni en dinero ni en especias, ni de servir para comprar productos básicos o productos suntuosos. Esto se debe, a que el salario del masón es el salario del espíritu.
Etimológica y masónicamente hablando, la palabra salario deriva de la palabra sal. Antiguamente, los obreros recibían producto de su trabajo un salario que estaba compuesto por un valor monetario y/o en especias. La sal era de gran utilidad por su valor como conservante de alimentos, y podía ser comprada con el dinero pagado o podía formar parte de las especias que recibían los obreros por su trabajo, de ahí que la palabra salario derive de la palabra sal. Hoy en día, quiénes nos consideramos obreros y formamos parte de La Mas:., no recibimos nuestro salario ni en dinero ni en especias. El salario del masón tiene un carácter más trascendental que el dinero profano.
Nuestro salario proviene de dos lados, por una parte, al pasar de un grado al otro, se considera que producto de nuestro esfuerzo y cumplimiento para con los requisitos del grado y de la orden, somos merecedores de un ascenso de grado por haber cumplido con lo que nos fue exigido. Por otro lado, el verdadero salario que muchas veces no es percibido ni valorado por quiénes lo reciben, es justamente el salario del masón. Ese salario, está compuesto por el conocimiento o la sabiduría que adquirimos con la asistencia a la Tenidas y con los aportes que hacemos y recibimos en ellas.
De la Cadena Fraternal del I:.Q:.H:. Jose Schlosser, autor Q:.H:. Diego Milstein, Uruguay.
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