BLASFEMIAS Y BLASFEMOS - "MILA"
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BLASFEMIAS Y BLASFEMOS - "MILA"

BLASFEMIAS Y BLASFEMOS - "MILA"


Durante las últimas semanas ha ocasionado gran revuelo mediático en nuestra vecina Francia el caso de una adolescente, llamada Mila, que, sintiéndose acosada en las dichosas redes telemáticas por agresores sexistas y homófobos, al parecer musulmanes, había lanzado un vídeo considerado blasfemo contra el Islam. Lo que le ha ocasionado tener que abandonar su instituto y vivir con protección policial…


En España y en Francia, como en la mayoría de las democracias, la ‘blasfemia’, en su acepción tradicional, no constituye delito. Aquí tuvimos el caso, mucho más candente, de la acusación de blasfemia y escarnio contra Javier Krahe en 2012 (creo recordar). Resultó absuelto.


  1. Pero el tema, mientras siga en vigor por aquí la llamada ‘ley mordaza’, me sugiere algunas reflexiones:

El diccionario de la Real Academia define la blasfemia como “palabra o expresión injuriosa contra alguien o algo sagrado”.

Las expresiones blasfemas tradicionales (como el ´mecagoendios´, endémico en los muy católicos pagos hispanos) dejaron de ser consideradas delictivas en 1988. Sin embargo, el artículo 525 del Código Penal español viene contemplando como delito el “escarnio” de la religión católica “o de otras confesiones reconocidas legalmente”…


¿Qué es lo ‘sagrado’ en una democracia aconfesional?


Volviendo a nuestro diccionario oficial, lo sagrado sería “aquello que es digno de veneración por su carácter divino o por estar relacionado con la divinidad”, o bien “lo que es objeto de culto por su relación con fuerzas sobrenaturales”. A su vez, el escarnio se define como “burla tenaz que se hace con el propósito de afrentar”.


Es obvio que, por muy aconfesional que sea el Estado, podemos y debemos evitar el empleo de invectivas vulgares al realizar libremente la legítima crítica de cualquier religión. Ese principio ético debería regir igualmente cuando lo que se critica es una convicción política o filosófica . Pero lo que venimos presenciando en nuestro país, ya sea en el Congreso, el Senado, la radio o la televisión es precisamente el ‘escarnio’ personal.Y no digamos nada de las expresiones injuriosas proferidas contra la Masonería y “los masones”.


@Autor: Amando Hurtado

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