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CULTURA MASÓNICA. LA LEYENDA Y LA PALABRA....

CULTURA MASÓNICA. LA LEYENDA Y LA PALABRA....


@Autor: Amando Hurtado


CULTURA MASÓNICA. LA LEYENDA Y LA PALABRA....

La leyenda del tercer grado simbólico nos relata la muerte del Maestro Jirám Abif a manos de tres Compañeros del Oficio, ambiciosos y deseosos de conocer sin dilación la contraseña que les daría acceso al trabajo como maestros en la obra de construcción del Templo, por considerarse a sí mismos suficientemente dignos de ello. Su ignorancia les hacía creer que poseían méritos no reconocidos y, sin duda, pensaban obstinadamente que Jirám se oponía a su acceso a la maestría por razones personales e injustas...



La contraseña o clave simbólca del conocimiento requerido para avanzar por la vía iniciática masónica se habría perdido tras la legendaria muerte de Jirám. En lo sucesivo se aludiría a ella como la “PALABRA PERDIDA”, que hubo de ser substituída por otra u otras no definitivas...


Un simple análisis racional de la explicación fabulada (en diversas versiones ) nos permite deducir que la Palabra clave que buscaban los tres Compañeros frustrados era conocida por otros Maestros, que la habían recibido, realizaban sus trabajos y cobraban sus salarios al utilizarla oportunamente. Por lo tanto, no parece razonable asegurar que se “perdiera” con la muerte de Jirám. ¿Cómo explicar esta aparente contradicción?



Ante todo, nuestras leyendas son narraciones simbolizantes: son símbolos. No son interpretables como narraciones de hechos históricos, a la manera en que lo han venido haciendo tradicionalmente los exégetas religiosos del Antiguo y del nuevo Testamento, dando nacimiento a enseñanzas dogmáticas a partir de la aceptación meramente intelectual o exotérica de las narraciones bíblicas, sin discernir realmente los diversos niveles simbólicos o encubiertos que suelen contener. Para el simbolismo masónico, en la leyenda confluyen siempre distintos planos de pensamiento. Lo de menos es su encuadre en un tiempo y un espacio reales, en los que las cosas “ocurren realmente”. En la transmisión del mito, lo aparentemente irracional suele ser cobertura de lo esencial. Descuidar ese análisis equivale a cegar la vía de acceso al Conocimiento iniciático.


Al rechazar Jirám la comunicación aislada, desordenada o “desritualizada” de la Palabra del Maestro, estaba subrayando a sus asaltantes que “un Maestro sólo” no podía transmitirla. Los Maestros de la Obra emprendida para la construcción del Templo habían recibido una palabra-síntesis, a modo de ecuación cuyo significado profundo se esforzaban en descifrar a través de su trabajo. Los “Hermanos de la Cámara de Maestros” representan una estructura geométrica espiritual en la que está depositada la Tradición específica que la Masonería transmite.


La simbólica muerte de Jirám Abif nos invita a analizar la importancia contextual que puede tener el paradigma cultural en el que se desarrolle la vocación simbolista. Apelar al simbolismo como método de exposición conceptual libre, permite desligar a las ideas de la esclavitud de las palabras, devolviendo a los símbolos su valor como expresiones vectoras de experiencias y conocimientos humanos que trascienden las fijaciones dogmáticas tan diversamente administradas a través del tiempo. En esencia, el simbolismo universal ha tenido siempre como temas referenciales ciertas constantes de la psique humana: la muerte, la fertilidad, eros, las fuerzas de la naturaleza, los dioses... Esos referentes han contribuído, a lo largo de la Historia, a configurar diversos paradigmas sociales en función de las convicciones o intereses de grupo preponderantes, desarrollándose en torno a ellos multitud de formulaciones especulativas.


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